El horror de la niña que vivió 3.096 días en cautiverio, secuestrada y violada
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Natascha Kampusch tenía 10 años cuando fue raptada y arrojada a un sótano.
El día 2 de marzo del año 1988 la niña de 10 años Natascha Kampusch que vivía en el distrito vienés de Donaustadt, salió de su casa camino a la escuela y no regresó.
Pasaron ocho años cuando se pudo conocer el terror que vivió, pues fue secuestrada por un hombre quien la arrojó a vivir en el sótano de su casa durante todo ese periodo sin ver la luz del día.
El sujeto llamado Wolfgang Priklopil, de 36 años, la subió a su furgoneta blanca en contra de su voluntad y desde ahí su vida cambió para siempre.
El dia en que Natascha Kampusch desapareció
Hace muy poco ue su madre le había dado permiso para ir sola a clases, algo que significada todo un logro en la vida de la niña.
La noche anterior Natascha y su mamá habían tenido una dura pelea que terminó con cachetada de por medio cuando la menor le contestó de manera irrespetuosa a su progenitora.
El día en que Natascha Kampusch desapareció salió de su casa molesta camino al colegio debido a esta discusión, por lo tanto no se despidió de su madre.
Ese día se topó con su secuestrador, quien le agarró por la cintura y la subió a la furgoneta en cosa de segundos, pues no alcanzó ni a gritar.
Años después Natascha expresó que cuando vio al hombre desde lejos y a medida que se fue acercando no le inspiró ningún miedo y que incluso le había parecido frágil. Natascha medía 1,45 metros, pesaba 45 kilos.
A horas de percatarse de la desaparición de Natascha comenzó la búsqueda y se barajó la hipótesis de que la menor no quería volver a casa debido a la pelea con su mamá.
Pero cuando varios testigos declaracon ver a la menor siendo ingresada a la fuerza a una furgoneta Mercedes Benz blanca todo cambió. La policía dio con todos los autos de estas características de la localidad, entrevistando a sus dueños, incluso al captor, quien expresó que usaba ese vehículo pues era electricista de la empresa Siemens. Fue así como fue descartado de ser sospechoso pese a que encontraron escombros en su auto. Su explicación fue que se encontraba realizando obras dentro de su casa ¿qué obras? A la policía no pareció importarle, pero Wolfgang Priklopil se encontraba acondicionando lo que sería la nueva vivienda de Natascha.
La casa de Wolfgang Priklopil estaba a 16 kilómetros de la de la Natascha Kampusch.
Wolfgang construyó un calabozo, una pieza de cinco metros cuadrados donde escondió a Natascha de los ojos de todos.
La escalofriante habitación
No habían ventanas, no entraba luz natural ni aire y para su circulación había un ruidoso ventilador que colgaba del techo con olor a quemado.
La primera noche que Natascha durmió en ese lugar le pidió a su secuestrador que dejara la luz prendida y sobre las dimensiones de esa habitación oscura, estas eran 2,78 metros de profundidad, 1,81 de ancho, cuyo techo estaba a 2,37 m.
La conexión con la casa del secuestrador era un hueco y una puerta de acero oculta detrás de un mueble dentro del sótano.
A los seis meses Natascha pudo salir de ahí y permanecer en la casa de de Wolfgang Priklopil, pero solo para hacer el aseo completo y bañarse. La limpiea debía hacerla semi desnuda y mirando el piso.
Tras dos años fuera de toda conexión, Natascha consigue tener acceso a una radio y así poder enterarse de lo que sucedía en el mundo, cuando su rastro ya estaba dado por perdido y no era noticia. En junio de 2005 obtuvo algunos permisos para salir al jardín de la casa.
Wolfgang Priklopil se encargó de educarla durante lo que duró el cautiverio, otorgándole algunos libros y para mantenerla tranquila la amenazaba diciéndole que era capaz de matar a toda persona a la que le pidiera ayuda. Incluso llegó a decirle que si se escapaba se quitaría la vida.
Natascha Kampusch fue violada, torturada y humillada durante toda su estancia junto a Wolfgang Priklopil, quien también celebraba año a año sus cumpleaños y grandes fiestas como Navidad. Este hombre no controlaba su temperamento y así como la podía halagar con costosos regalos también le negaba comida, la dejaba en la oscuridad y le gritaba desde un intercomunicador que había colocado en su cuartucho.
Cuando Natascha tenía 14 años de edad intentó suicidarse en algunas oportunidades y su secuestrador al darse cuenta le pedía disculpas, le daba obsequios y le hablaba sobre sus planes a futuro con ella. Hubo un día en que la llevó a esquiar, pero Natascha no pudo armarse de valor para decirle a las personas lo que estaba pasando y ser libre.
La reaparición de Natasha Kampusch
El 23 de agosto de 2006 Natascha se encontraba limpiando el vehículo de Wolfgang Priklopil, en el jardín de la casa, cuando se percató que su secuestrador estaba distraído con una llamada telefónica. Cuando notó que se alejaba para hablar más tranquilo, lejos del ruido de la aspiradora, Kampusch pensó “es ahora o nunca” y salió corriendo sin que nada la detuviera.
Fue así como llegó a la casa de una mujer de 71 años de edad llamada Inge, quien sin entender mucho llamó a la policía. Se había terminado a pesadilla.
Natascha en mejores manos confesó su terror y fue sometida a u examen de ADN luego de ser reconocida por una cicatriz. Pesaba lo mismo que cuando desapareció, pero se le detectó buen estado físico, milagrosamente había crecido hasta alcanzar 1.60 metros de altura, su tez era casi traslúcida debido a la falta de sol.
Por su lado, Wolfgang Priklopil, que ya tenía 44 años, la buscó por los alrededores sin éxito. Llamó a un amigo para pedirle que lo llevara lejos, pues estaba siendo buscado por la policía supuestamente para un control por haber tomado alcohol. Su amigo, llamado Ernst, le sugirió entregarse y Wolfgang Priklopil bajó del auto, caminó un poco y se lanzó a las vías del tren en las afueras de Viena. Su cuerpo fue encontrado decapitado ocho horas después de la fuga de Natascha.
Nueva vida y fama
Natascha Kampusch, dos años después de haber escapado, se transformó en rostro de televisión y hacía entrevistas para la televisión local debido al revuelo que causó su caso, era considerada una celebridad.
Sin embargo también enfrentó el juicio de la gente, muchos no creyeron su testimonio y la cuestionaron. También se filtraron sus declaraciones a la policía, en las que aseveró que algunas veces mantuvo relaciones sexuales con su captor de manera voluntaria.
Tanto la prensa, como las personas comunes y la policía mantenían sus teorías con el argumento de que posiblemente Natascha no estaba contando toda la verdad. El viaje a la nieve generó ola de dudas, pues en ese entonces la joven pudo escapar y no lo hizo.
Otro tema que hizo que la policía revisara el caso es el hecho de que Natascha posteriormente vivió en la casa donde fue secuestrada, se quedó con el auto de su captor y cuando supo de su muerte lloró desconsoladamente.
Finalmente se pensó que Priklopil pudo no actuar solo y ser parte de una red de pederastas para la cual suministraba videos de Natascha.
Su psiquiatra, Max Friedrich, expresó que Natascha dijo en referencia a Priklopil que fue parte importante desu vida y que le apenaba su muerte.
Fue así como desde la siquiatría se dijo que Natascha padeció Síndrome de Estocolmo que se da cuando la víctima siente afecto por su captor.
El libro "3096 días"
Natascha escribió un libro en el que entrega detalles de su terrorífica experiencia, llamado "3096 días".
Entre sus relatos, Natascha contó que el primer día de su captura le preguntó al hombre su abusaría de ella y que él le contestó: “Eres demasiado joven para eso”.
Además dio a conocer que los primeros tiempos el hombre la duchaba por presas y la trataba como si fuese un objeto, no mostraba ningún tipo de estimulación ni intención con ella. Aunque después todo cambió.
Su captor llegó a golpearla más de doscientas veces por semana, amarrarla a la cama que ambos llegaron a compartir con cadenas.
“Me agarraba por el cuello, me sumergía la cabeza en el fregadero y me apretaba la tráquea hasta que perdía el conocimiento", declaró.
“Quería impedir que me desarrollara como adulta. Era paranoide, enfermo (...). De lo contrario, no habría necesitado secuestrar a una niña”, expresó sobre las veces que este hombre decidía dejarla de alimentar.
A los 14 años Wolfgang decidió violarla, aunque sobre lo sexual no ha querido referirse demasiado en todo este tiempo.
La vida de Natascha Kampusch fue relatada en la película nacional "La Mujer de Iván", en 2011. Su libro "3096 días", se convirtió en un film alemán en 2013 y en 2018 la serie española "La verdad" se basó en su caso.