Pollo Fuentes recordó abuso sexual por parte de un sacerdote a los 11 años
- Por: Paula Vergara
Debió seguir viendo a su abusador: “como se hacían en esos tiempos, la hicieron pasar debajo de la alfombra”.
José Alfredo Fuentes contó un duro momento que sufrió cuando niño, a los 11 años, cuando fue víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote.
El hecho, que ya había revelado anteriormente en “De tú a tú”, lo volvió a recordar en “Podemos Hablar” de CHV.
“Siendo chiquito en el colegio, sufrí el asedio de un hermano sacerdote. Más que un asedio, fue una violencia de querer besarte, apretarte, toquetearte, en fin; fue una cosa bien espantosa“, comenzó el Pollo Fuentes.
El cantante señaló que se encontraba en el colegio con un compañero, cuando “este cura” los llevó a una sala de trabajos manuales que estaba en el fondo del colegio.
“Yo estaba con equipo de gimnasia porque tenía una clase de educación física antes de eso, y, este caballero, una vez que entró al lugar, se me fue encima”, dijo.
“Empezó a toquetearme, besarme; recuerdo que me mordió la pera, y yo, desesperado, quería soltarme de esa cosa terrible que estaba viviendo”, dijo.
“No la entendía tanto tampoco, era un cabro chico, te hablo de los años 50 y tantos. En esa época era más difícil entenderlo”, aseguró.
No hicieron nada en el colegio
Según contó, su amigo que lo acompañaba pudo ayudarlo a salir de la violenta situación.
“Mi amigo era más vivaracho que yo y agarró una caja grande con unas cosas dentro, y se la tiró desde arriba de la escalera y me soltó. Y allí salí arrancando”, prosiguió.
“Recuerdo que fui corriendo hasta mi casa, que deben ser 20 a 25 cuadras, y llorando, porque era una cosa muy fuerte”, recordó.
“Y le dije a mi hermano, 11 años mayor que yo. Salió mi hermano al colegio con ganas de ir a matar este gallo (...) Lamentablemente, las cosas como se hacían en esos tiempos, la hicieron pasar debajo de la alfombra”, reveló.
Pollo Fuentes debió seguir viendo a su abusador en el colegio, “si él venía por aquí, yo pasaba 30 metros más lejos, era como una cosa, como el cuco”, relató.
Aunque evidentemente fue un hecho traumático, dijo que pudo sobrellevar esta vivencia: “no me dejó ningún trauma o secuela”, dijo.