3 mujeres que renunciaron a todo para cumplir su sueño
Arriesgarse fue sin duda su mejor decisión.
En más de una ocasión de seguro se te pasó por la cabeza la idea de, en un acto de locura, renunciar a todo lo que tienes hoy en día para ir en busqueda de tu sueño.
Ya sea que tu meta sea vender tus cosas para viajar por el mundo, irte a vivir a un lugar desconocido, dejar a tu pareja o incluso crear tu propio negocio, la verdad es que ese minuto donde tomas la decisión poco importa el riesgo o las consecuencias de tu actuar.
Y para que pensar en el qué dirán, en ese momento ya nada importa. Bien lo saben estas tres mujeres, cuyas historias dieron la vuelta al mundo y hoy inspiran y convencen a miles de personas que aún tienen dudas.
Eli Celsor
Esta mujer decidió renunciar a su trabajo de oficina para emprender con su propio centro de pilates. Nada fue fácil en un comienzo, pues tuvo que bajar 30 kilos para demostrar que su modelo de negocio era realmente eficiente, y así, después de 10 años de esfuerzo, hoy es dueña de uno de los estudios de pilates más importantes de Australia.
Hoy gana más de cinco millones de dólares al año y amplió su empresa al rubro de la alimentación saludable.
Katrina
A sus 27 años, la mujer abandonó su trabajo de tiempo completo para cumplir su sueño de recorrer el mundo. Pero ojo, porque no fue una decisión que tomó a la ligera, pues antes de emprender viaje, Katrina se organizó para poder seguir financiando su travesía. Para esto arrendó su departamento en California y recibe mensualmente entre 4 mil y 5 mil dólares mensuales, lo que le sirve de sobra para mantenerse.
“Sentí un gran vacío en mi vida entre el lugar donde estaba y donde quería estar. Me sentía muy involucrada con la gente y con la sociedad que me decía lo que debía hacer con mi vida y quería alejarme por un tiempo”, cuenta.
Lisa Chu
Aburrida de no poder escalar en su trabajo como agente de ventas, esta mujer renunció a su empleo y se atrevió a crear su propia marca de ropa. En un comienzo no fue fácil abrirse paso en una industria donde la competencia es despiadada, sin embargo, en dos años logró que su marca fuera más conocida y comenzó a obtener ganancias.
“El éxito no fue fácil y la pasión fue lo único que no me detuvo”, señala Lisa.
