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Embarazo y maternidad: ¿Por qué algunas mujeres se sienten dueñas de la verdad?

16 de Octubre de 2019
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La psicóloga Carola Fernández analiza la normalización de este comportamiento social.

Hay un cambio social en el trato hacia la mujer que comienza con la maternidad. Sucede a nivel macro, que pasan dos cosas: la embarazada se transforma inmediatamente en un ser sensible y simpático, olvidando su naturaleza de carácter. También, su embarazo se convierte en tema sobre la mesa para otras madres. Y esto no tiene fin: conforme crece el hijo la seguidilla de opiniones no se detiene.

Pero resulta cada vez más incomprensible, y sobre todo molesto, cuando el consejo o el comentario viene de cerca. Entre mujeres madres por alguna razón se busca imponer sobre otra, especialmente con la novata, los métodos y experiencias personales, muchas veces sin que nadie lo pregunte. Parece natural, está normalizado, pero de a poco se esta visibilizando este "acoso menor".

En redes sociales la fashion blogger Nicole Putz publicó un comunicado sobre su incomodidad, la que conoce en medio de su embarazo de cinco meses. Muchos opinan del tamaño de su panza, suponen sus hábitos alimenticios y le dan tips que no pide. Porque en sus redes sociales no toca la maternidad, pero su panza crece y la acompaña transformándose en punto de atención mucho más allá de la moda, que es lo que comunica.

La psicóloga, sexóloga y especialista en maternidad, Carola Fernández explica qué pasa internamente con la sociedad respecto a este comportamiento y sobre todo con aquellas madres críticas e invasivas, en tiempos donde se porpone sororidad. 

Psicológicamente, ¿por qué sucede que las mujeres madres comentan así de invasivamente sobre las primerizas?

"Bueno, en primer lugar debemos comprender que el embarazo y el cómo las mujeres llevamos nuestra vida reproductiva, sigue siendo algo que pareciera ser de dominio público. No sólo las madres opinan respecto de cómo llevar un embarazo, otras personas ejercen presión para que las mujeres que han decidido no ser madres cambien de opinión, otros opinarán de los cambios en el cuerpo de la mujer mientras está embarazada, mientras que otras personas tocan el abdomen de la mujer sin si quiera preguntar. No creo que detrás de esto existan malas intenciones, más bien se trata de una visión que se tiene como sociedad acerca de la maternidad y del embarazo, como una condición en que los limites están menos claros".

¿Por qué esta normalizado este comportamiento?

"Está tan normalizado culturalmente, que muchas veces hay personas que se ofenden cuando una madre pone límites, cuando rechaza un consejo o cuando pareciera mantenerse firme en sus propias convicciones. Se asume que la mujer embarazada, primeriza, debería ser receptiva y agradecida y simpática, como si fuese una condición del embarazo y de la maternidad".

¿Por qué una mamá se siente dueña de la verdad en estos temas?

"Aquí creo que tocamos un punto un poco más doloroso, y es que si hay algo en lo que recae una enorme exigencia en la vida de las mujeres, es en el rol de madre. Nunca olvidaré a una madre que me dijo "cuando me convertí en madre, conocí la verdadera culpa", y es que es tan alto el temor de ser "malas madres" que el aconsejar, opinar o criticar, pareciera generar una especie de sensación de autovalidación interna que aliviana la inseguridad de aquella madre que opina con tanta autoridad respecto a la maternidad de otra. Pero esto no es más que parte de un síntoma de lo que como sociedad hemos generado en las madres. Si fuésemos más comprensivos con los errores, las "metidas de pata", el "ensayo y error", si no esperáramos ideales de madre, posiblemente podría respetarse más la experiencia de la mamá primeriza".

¿Está siendo desubicada una madre que hace este tipo de comentarios?

"Nuevamente quiero no quedarme sólo en los comentarios que como madres nos podemos hacer unas a las otras, porque creo que esto es un tema un poco más amplio. Cada vez que hago un comentario a una madre respecto al "cómo hacer las cosas", no sólo soy desubicado, sino que posiblemente también estemos siendo poco empáticos e incluso hirientes. En esto soy categórica, un consejo que no me piden es más probable que sea sentido como un enjuiciamiento, que como un apoyo, no sólo es desubicado, sino que puede ser derechamente dañino. Por otro lado, una madre primeriza necesita muchísimas cosas antes de consejos que no piden, una buena conversación, apoyo práctico, compañía, que le recuerden sus cualidades, contención...todo esto puede ser considerablemente más constructivo para la madre y su guagua, que un comentario que sólo la insegurizará".

¿Se debería poner un stop a este tipo de comentarios y cómo hacerlo?

"De todas maneras, es completamente necesario que las madres que pongan límites claros, es parte del propio autocuidado. Personalmente creo que lo mejor es "elegir batallas", de pronto pensar en poner límites todo el tiempo puede resultar agotador, entonces lo mejor es ponerlo con quienes más frecuentan o quienes más pueden influir en su estado de ánimo. La manera más cuidadosa, es "gracias, pero prefiero hacerlo de esta forma" o "estoy bien, de necesitar un consejo lo pediré, si siguiera todo los consejos que me dan terminaría por no saber qué hacer", mejor mostrar distancia frente al comentario o indiferencia, puede parecer "pesado", pero mientras más claras somos en nuestros límites, es más probable que no necesites ponerlo a futuro. Personalmente llevar la contra o dar explicaciones, creo que sólo desgasta más, y ¡madre, necesitas cuidar tu energía para cosas más importantes! Finalmente, hago toda a explicación sociocultural de la mirada de la maternidad, para que aquellas madres primerizas que se enfrentan a estas situaciones, recuerden siempre, esto NO es personal, es un hábito normalizado, que poco habla de cómo realmente eres tu como madre, eso puede ayudar a que no te culpes y te cuides más".

¿Qué debe hacer una mujer que no ha sido madre o que está embarazada para no "traumarse" con estas mamás invasivas?

"Primero, no identificarse con la opinión, entender que posiblemente no hay mala intención, pero esa madre posiblemente también vivió esa experiencia y que es muchas veces una manera de buscar validación en el rol de mamá. Creo que es bueno entender este fenómeno de manera más compasiva y no sentirlo como un ataque. Luego perder el miedo a poner límites, está tan interiorizado a que la mujer embarazada o la madre primeriza es una mujer tierna y receptiva, y la verdad es que la vivencia de madre no te hace menos tú, así que atreverse a poner altos y expresar desinterés si la situación lo requiere, será algo que posiblemente te sentirás orgullosa de haber hecho".

 

 

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