Javiera Suárez recurrió a monjes brasileños para tratar el cáncer
La periodista hizo un relato de esta experiencia en su sitio web.
Desde que le diagnosticaron cáncer con 7 semanas de embarazo, Javiera Suárez ha hecho de todo para sanarse, y según ella misma reveló invitada a Vértigo hace algunas semanas, el tratamiento está funcionando, y de a poco va viendo cómo sus esfuerzos se van materializando.
Además de cambiar por completo su dieta y someterse a un tratamiento de inmunoterapia, Javiera probó algunas formas de medicina alternativa. Una de ellas fue el de los famosos monjes brasileños, que le recomendó un amigo.
“Yo le había escuchado hablar a Salfate de ellos en mi época del Así Somos. Se decía que a la distancia tenían el poder de sanarte de cualquier enfermedad. Así que sin pensarlo dos veces, me metí al link y seguí las instrucciones. Fue lo primero “alternativo” que hice”, cuenta en el sitio Liveat.cl, en el que narra toda su experiencia, comparte reflexiones y también recetas saludables.
“Le dije a mi papá que me llevara al correo que está en los Cobres de Vitacura. Ahí mismo pedí una hoja y escribí a mano mi nombre, edad, diagnóstico, domicilio y mini resumen de mi situación –poniéndole énfasis a mis 7 semanas de embarazo, para asegurarme que no hubiese alguna contraindicación”, cuenta sobre este proceso con el Centro Espirita Tupyara.
En aproximadamente dos meses recibió respuesta. En esa carta venían indicaciones sobre el proceso de “cirugía a distancia” que ellos realizan. Le dieron la fecha y la hora, y ella hizo todo lo que le pedían.
“Luego de haber rezado y tomar el agua del vaso, a las 23:00 horas figuraba acostada sobre mi cama tapada con una sábana blanca. La verdad es que no sentí nada e incluso me quedé dormida durante la media hora que esperé, hasta que mi marido me despertó a las 23:30. Lo curioso es lo que soñé esa noche. En el baño público, yo misma me hacía una especie de incisión cuadrada sobre el estómago y me sacaba la piel de encima para cambiarla por otra", cuenta sobre la extraña experiencia que vivió (Y que puedes leer completa aquí).
“Luego vinieron los días de curación, que eran los 3 lunes siguientes a las 22:30. Era el mismo procedimiento y tampoco sentí nada. Salvo el último día, que me sentí pésimo, ya que tenía mucha fiebre”, continúa el relato. En ese momento tuvo que irse a la clínica, y le diagnosticaron hepatitis colestácica, trastorno asociado al tratamiento de inmunoterapia que estaba recibiendo.
“Teniendo en cuenta que además yo tenía un melanoma en este órgano, se produjo la inflamación. Digo “tenía”, porque en septiembre me hicieron una resonancia y resultó que ¡¡el melanoma había desaparecido del hígado!! Nunca sabré si fue por los monjes o las cientos de cosas que hice entre medio, pero lo importante es que ya no estaba”, finaliza, invitando a sus lectores a probar esta experiencia.
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