Lejos del glamour: JLo revela que quiere dejar Estados Unidos
La cantante y actriz se confesó con la revista Vanity Fair.
Jennifer Lopez ha estado en todos los medios durante este último tiempo debido a su participación en Hustlers, película que cuenta la historia de un grupo de strippers que estafan a sus clientes.
La producción ha tenido una excelente recepción del público y los críticos alrededor del mundo y en ese contexto la revista Vanity Fair le hizo una íntima entrevista donde confesó grandes cosas.
Uno de los deseos que expresó es el querer irse de Estados Unidos a tener una vida más tranquila en un pequeño pueblo de Italia o irse al otro lado del mundo y vivir en Bali.
“Me gustaría encontrar otra vida donde sea un poco más simple y orgánico, donde pueda montar en bicicleta, comprar pan y ponerlo en mi canasta para luego ir a casa y ponerle gelatina, y solo comer y pintar, o sentarme en una mecedora donde haya una hermosa vista de un olivo o un roble”, declaró.
Durante la entrevista se refiere a la pasión por su trabajo destacando que el baile y canto son su primer amor, pero que la actuación es el amor de su vida. Confesó que hay una película que rechazó y que se arrepiente hasta el día de hoy.
Hace algunos años le ofrecieron el papel protagónico de “Infieles”, pero al leer el guion sintió que no era para ella, el papel finalmente lo tomo Diane Lane, quien según Lopez “era tan perfecta para eso, y obviamente estaba destinada a ser ella, pero cuando pienso en eso... quiero, literalmente, dispararme el dedo del pie”.
Desde ahora en adelante la intérprete de “Waiting For Tonight” colaborará solo con directoras mujeres según lo que consigna en la entrevista, “hay muchas grandes directoras; ¿Por qué no los usamos más? Es difícil romper patrones, incluso en uno mismo, por lo que tenemos que hacer un esfuerzo consciente para cambiar el paradigma” dijo.
Para finalizar se refirió a cómo se sintió volver a ocupar el mítico vestido Versace que utilizó 20 años atrás. “La segunda vez que lo usé y salí, fue algo muy enriquecedor. Habían pasado veinte años, y creo que para las mujeres, sabiendo que puedes ponerte un vestido 20 años después, resonó. Fue como, "Sí, ya sabes, ¡la vida no termina a los 20!"
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