“Me manosea por atrás entera…”: la grave denuncia de abuso sexual de Marcela Vacarezza
La exfigura de televisión impactó con un desgarrador testimonio.
Marcela Vacarezza y Rafael Araneda, están en Chile, instancia que aprovecharon para ser parte del último capítulo de PH (CHV), programa conducido por Jean Philippe Cretton.
A pesar que aún faltan horas para el estreno del episodio, ya se conocen algunas declaraciones, en concreto de la psicóloga, quien reveló en pantalla haber sido víctima de abusos sexuales durante su adolescencia.
Marcela Vacarezza fue abusada a los 14 años
De acuerdo al crudo relato de Marcela Vacarezza, el hecho ocurrió cuando tenía 14 años, en una de sus tantas vacaciones en el balneario de Papudo.
“Iba toda la vida a Papudo y me gustaba nadar y, sobre todo, cuando no quedaba nadie. Me llevaba mi sweater, mi libro y me quedaba hasta como las 20:30 y 21 horas. Un día estaba con mi hermano y le digo que quería ir al baño”, comenzó recordando.
“Yo tenía 14 y él como 24. Cruzamos la calle, ahí donde el guatón de los churros, y mi hermano le dice que yo necesitaba un baño a lo que él responde que me acompañaba”, sin saber lo que le tocaría vivir.
Una vez que llegan al baño, detalla “abro la puerta la puerta y cierra la puerta atrás, yo dije ‘aaay, concha, aquí algo pasa’”.
“Andaba con bikini y con el sweater, que algo me tapaba. Me manosea por atrás entera, me agarra, me tira contra la puerta. Era un gordo asqueroso. Levantó la rodilla, le pego medio a medio, se corre y yo salgo”.
Afortunada logró escapar, sin embargo al ser consultada por su hermano “¿cómo te fue?”, Marcela Vacarezza no quiso contarle lo sucedido.
“Mira la tontera de niña de no querer contarle a los papás por el temor de que te caguen el verano, de que no te dejen salir más, y lo cuento ahora porque espero que mis hijas si les pasara algo así tengan la confianza de contarme”, sinceró.
Al finalizar, confesó que siguió veraneando en Papudo, y solía ver a su agresor sexual: “A los años siguientes, seguir viendo a este hombre asqueroso es atroz. No me cabe duda de que el viejo cerdo lo había hecho con otras personas. Si no hubiera atinado la cosa hubiese llegado a otro cuento. Cuando uno lo cuenta, el sinvergüenza sale con la suya, uno es la víctima. Uno dice ‘mejor lo guardo y sigo’, pero ahí está el hue… y debe haberlo con otras personas”.
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